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De acuerdo a la investigación realizada entre adolescentes de nuestra escuela y de la ciudad en general, se puede afirmar que las bebidas denominadas “ENERGIZANTES” son consumidas en forma exagerada, especialmente en cócteles con alcohol y con un total desconocimiento de sus efectos reales, quedando demostrado que no se leen las precauciones y advertencias de los envases.
No existe una ley nacional o provincial promulgada al respecto de la venta libre, sobre todo a los menores, uso indebido y abuso de los denominados energizantes.
No existe ninguna ordenanza del concejo municipal que prohíbe la comercialización a menores de edad, o que advierte sobre los riesgos que implica su consumo, solas o combinadas con alcohol.
Por último, es necesario que el Ministerio de Educación incluya en los contenidos de los espacios donde se trata el tema adicciones, la mezcla de los energizantes y el alcohol como una droga psicoestimulante más, que pone en riesgo la salud y la vida de adolescentes y jóvenes.